Ayudar como forma de vida
En el siguiente enlace encontraréis un artículo elaborado por La Opinión de A Coruña en el que voluntarios de diferentes asociaciones de la ciudad exponen sus experiencias y sentimientos e invitan a otros a conocer estas realidades y aportar su granito de arena para mejorarlas.
Os dejamos el fragmento por aquí también el fragmento en el que interviene nuestro voluntario Aaron:
«Es muy satisfactorio ver que estás ayudando a alguien»
Aarón Fernández es de esos que nunca buscan excusas. Siempre tiene hueco para el Banco de Alimentos Rías Altas. A sus 22 años, lo compagina con sus estudios, y no piensa dejarlo: “Me encanta”. Ayer participó en la recogida del Mayo Solidario de Gadis. “Es muy satisfactorio ver que estás ayudando a alguien. Además, la gente te lo agradece mucho”, desvela. Durante el confinamiento se mantuvo al pie del cañón. “Mucha gente de riesgo se tuvo que ir a casa, pero mi tía y yo nos ofrecimos desde el principio. Trabajamos muchísimo”, recuerda. Lo que más le impacto es que acudía al Banco de Alimentos gente “que no estaba derivada de ninguna entidad, particulares que necesitaban comer”. Y así empezaron a hacer cajas para todo aquel que lo necesitaba. “Llenábamos dos o tres palés con cajas. No parábamos. Nos llevábamos un bocadillo para comer y estábamos allí de ocho de la mañana a ocho de la tarde”, apunta. Con 15 años, Aarón Fernández sintió esa necesidad de ayudar que a día de hoy mantiene intacta. “Participé en recogidas de alimentos en supermercados y poco a poco fui adquiriendo más responsabilidades”, comenta. Aunque en septiembre retomó sus estudios, las clases semipresenciales le permiten tener más tiempo para ir al Banco de Alimentos Rías Altas, lo que él llama ”una pequeña gran familia”. “Estoy contentísimo. Somos un equipazo. Hay buen rollo. Está todo bastante mal, pero por lo menos estamos animados, podemos ayudar y tenemos un muy buen ambiente”, detalla. Fernández opina que “cualquiera debería hacer voluntariado” para conocer de cerca esta realidad. “No es un trabajo, porque al ayudar te sientes bien. Además, la gente lo agradece mucho”, destaca, e invita a “los jóvenes” a unirse este tipo de iniciativas solidarias. “No hace falta tener mucho tiempo porque incluso se puede ayudar desde casa con el teléfono. Es fácil”, finaliza.