Empresas y particulares se vuelcan para intentar llenar la despensa del banco de alimentos (La Voz de Galicia)

Empresas y particulares se vuelcan para intentar llenar la despensa del banco de alimentos

Las oenegés comienzan a recuperar parte de sus provisiones, bajo mínimos ante la avalancha de peticiones a raíz de la crisis covid

Los coruñeses se prodigan en solidaridad. La generosidad «la llevan en los genes», dice orgullosa María Capelán, Mariquiña, la responsable del Banco de Alimentos Rías Altas. Pero en esta difícil etapa, de tan complicadas circunstancias que se está viviendo, «la magnificencia de nuestros conciudadanos se multiplica por mil», asevera satisfecha Mariquiña.

El pasado martes el Banco de Alimentos tenía sus despensas bajo mínimos, escaseaban alimentos y productos básicos, como por ejemplo leche, galletas, café, cacao, conservas de pescado o pañales para los pequeños.

Había riesgo de que unos 20.000 usuarios quedasen desabastecidos, entre ellos los que acuden diariamente a las oenegés. Ante esta grave situación, a sus responsables no les quedó más remedio que lanzar una llamada de auxilio.

Y la respuesta no se hizo esperar. Ese mismo día, aunque a cuenta gotas, fueron llegando las donaciones. Las restricciones por la pandemia impiden realizar recogidas de comestibles y otros productos básicos en los supermercados, «debido a que se formarían aglomeraciones». Pero muy rápidamente los pequeños negocios coruñeses buscaron una alternativa: que le llevasen las donaciones a sus establecimientos y después los recogerían los voluntarios de la institución benéfica. Y así fue, se adhirieron a esta fórmula alrededor de veinte locales, desde farmacias, academias, papelerías, bares, hasta peluquerías y zapaterías.

Noticia en La Voz de Galicia

 


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